A dos años de haber despedido a Diego Verdaguer, Ana Victoria asegura que fue su pequeño Lucca quien fungió como estabilizador en el deceso de su padre, ya que, al enfocarse en las necesidades de su entonces recién nacido, ni ella ni su mamá Amanda Miguel decayeron tanto.
“Yo me agarré mucho de Lucca porque nos vino a llenar de ilusión del futuro, acababa de llegar a la vida y no se merecía una madre deprimida”, afirmó Ana Victoria en entrevista
“Mi mamá igual, siento que nos agarramos mucho del bebé para enfrentar la muerte de mi padre, siempre tuvimos mucha ilusión de darle una vida feliz; también nos agarramos mucho del público, de la fortaleza que nos dieron, sus mensajes y todo el gran amor que se volcó hacia nosotros en este proceso, fue una ola gigantesca de amor que nos llenó el alma”, agregó.
“La pérdida de alguien que representaba tanto en tu vida y tenía tanto valor y tanta actividad es un vacío que no lo llena nada, sin embargo yo le atribuyo a mi hijo muchísimo de lo bien que hemos podido pasar, mi hijo justo llegó a mi vida (noviembre de 2021) antes de que mi papá se fuera (enero 2022), él lo alcanzó a conocer, pero lo vio como cuatro veces y el destino nos separó. Yo creo que con su muerte, se conoció aún más lo increíble que era como persona mi papá”, dijo.
Ana Victoria dedica a Diego Verdaguer el tema “Un lugar en el cielo”, una composición de Amérika Jiménez y Érika Ender que es una carta a un ser amado que falleció. “Mi voz fue la elegida para compartir esta historia que a lo mejor tantos otros han sufrido también, han perdido un gran amor en su vida y que a través de la música puedes sanar.
“Puedes dedicarla y decirle todo lo bien que te hace seguir con la frente en alto, honrando su memoria y siendo la mejor versión de ti porque sabes que ellos, al no estar contigo, te quieren ver feliz y te quieren ver construyendo tus sueños y siendo alguien de quien puedan estar orgullosos”, expresó.