Al menos 83 gazatíes murieron en el último día en la Franja de Gaza, lo que aumentó este sábado la cifra total de fallecidos a 35,386, tras una noche de intensos bombardeos en Yabalia, el norte del enclave, y nuevo movimientos de tropas en Rafah (sur).

“La ocupación israelí comete 9 masacres contra familias en la Franja de Gaza, causando 83 muertos y 105 heridos durante las últimas 24 horas”, detalló hoy en Ministerio de Sanidad gazatí, dependiente de Hamás, según el recuento en hospitales del enclave.

La cifra total de heridos alcanzó hoy los 79,366 desde el 7 de octubre, tras 225 días de combates que han devastado la Franja, donde más de 1.7 millones de gazatíes -la mayoría de la población- han sido forzosamente desplazados y más de un millón siguen pasando hambre.

Según anunció este sábado el portavoz de la Defensa Civil en la Franja de Gaza, independiente de Hamás, la destrucción en Yabalia es “masiva” tras más de 300 viviendas completamente destruidas.

De acuerdo con un comunicado castrense, tropas terrestres y tanques participaron en nuevos combates contra milicianos de Hamás en las callejuelas del campamento de Yabalia, donde también desmantelaron un lanzacohetes de largo alcance, según el texto, además de localizar varios túneles, armas y dispositivos explosivos en la zona.

En Rafah, el Ejército israelí aseguró haber matado, en una operación coordinada con fuerzas aéreas y terrestres, a un alto cargo de la Yihad Islámica Palestina, el segundo grupo armado con mayor presencia en Gaza después de Hamás.

El muerto “era el jefe de logística de la brigada en Rafah de la Yihad Islámica”, detalló hoy un comunicado castrense, en el que no se identificaba al fallecido.

Ayer, comenzó la llegada de ayuda humanitaria a través del muelle flotante, anclado en la costa de Gaza, en un momento en que, según la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), la cifra de vehículos con comida y combustible que entran en Gaza ha descendido en las últimas dos semanas a niveles “peligrosamente bajos”.

Tras el cierre del cruce sureño de Rafah, apenas unos 100 camiones entran al día de media en el enclave, frente a los 600 que se necesitarían para abordar la situación de hambruna.